Panettone tradicional

El Panettone, más que un Postre... la dulce y atemporal tradición italiana que no pasa de moda

Desde los antiguos hornos milaneses hasta las mesas más elegantes del mundo, la historia del panettone es un homenaje al buen gusto.

   El panettone, ese icónico dulce italiano asociado a la Navidad que ya se come en cualquier fecha del año, tiene una historia tan rica y longeva como su sabor. Su origen se remonta al siglo XV en Milán, cuando se horneaba un pan dulce para celebrar las festividades de invierno y, hoy ,endulzamos el paladar todo el año. Según la leyenda, un aprendiz de panadero llamado Toni experimentó al añadir mantequilla, huevos y frutas confitadas a la receta básica. Este postre pronto ganó popularidad, conocido como "Pan de Toni", dando lugar al nombre "panettone".

   Durante el Renacimiento, el panettone adquirió un estatus de lujo. En las cortes italianas, las familias más ricas lo acompañaban con vinos dulces como el Moscato durante sus banquetes. Esta exclusividad se mantuvo durante siglos hasta que, en el siglo XX, gracias a la industrialización liderada por empresas como Motta y Alemagna, el panettone comenzó a cruzar fronteras, conquistando paladares en todo el mundo.

   En Milán, existe una tradición que data de hace más de 500 años: si queda una porción de panettone después de Navidad, se guarda hasta el Día de San Biagio (3 de febrero). Según la creencia popular, comerlo ese día protege la garganta y asegura la salud durante todo el año.

   Hoy, el panettone es mucho más que un postre; es un símbolo de celebración, historia y excelencia. Ya sea en su versión clásica con frutas confitadas o en interpretaciones modernas con chocolate y avellanas, este dulce sigue siendo un embajador de la repostería italiana. Y Flamigni® sabe como nadie mantener la sofisticación de la pastelería italiana tradicional manteniendo ese sabor intenso y refinado con ingredientes de calidad premium.

trozo de panettone

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