Cómo los cafés han sido testigos y protagonistas de los grandes cambios culturales.
El café no es solo una bebida; es un punto de encuentro que ha tejido historias, ideas y movimientos culturales a lo largo de los siglos. En el siglo XIX, los cafés literarios de Europa se convirtieron en epicentros de la creatividad y la revolución intelectual. Lugares como el Café Procope en París, frecuentado por Voltaire y Rousseau, o el Café Central de Viena, donde Freud y Trotsky pasaban largas horas, marcaron una era de efervescencia artística y política.
En el siglo XX, la cultura del café evolucionó con la aparición de las grandes cadenas en Estados Unidos, popularizando el concepto de "tercer lugar": un espacio entre la casa y el trabajo donde las personas podían socializar, estudiar o simplemente desconectar. Paralelamente, surgió la cultura barista, que devolvió el protagonismo a la calidad y al arte detrás de cada taza. Hoy, el café se celebra no solo por su sabor, sino también como una experiencia sensorial que une tradición e innovación.
Según cuenta la leyenda, después de la Batalla de Viena en 1683, los vieneses aprendieron a preparar café gracias a los sacos de granos abandonados por los otomanos. Se dice que este momento marcó el inicio de los emblemáticos cafés vieneses, donde la música clásica y el aroma del café se mezclan con historias fascinantes.
En God Save The Coffee, creemos que cada taza cuenta una historia. Por eso seleccionamos cafés que reflejan lo mejor de esta rica tradición, para que disfrutes no solo de una bebida, sino de una conexión con siglos de cultura cafetera.